Estás ahí acostado, no me hablas y yo tampoco te hablo ni me hablo; podrías estar llorando y yo nunca lo sabría. Parece que es siempre así, gastamos el tiempo en nada bueno. Pero después pensamos que todo es perfecto, que no hay nada por corregir y que la mayor cantidad de tiempo estamos sonriendo y "disfrutando".
Pero, ¿qué es disfrutar?. Quizás lo mejor que nos puede pasar es estar separados, llorando y sintiendo que nos morimos. O, al contrario, nacimos para estar juntos y entonces no soportamos el espacio y el silencio.
Debería haber un equilibrio. Creo en el EQUILIBRIO. Perdón.
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